La silla Eames o Plastic Chair fue un diseño de Charles y Ray Eames en colaboración con Zenith Plastics para el concurso “Low-Cost Furniture Design”, que organizo The Museum of Modern Art of New York en el año 1950.
En los años cuarenta, Charles y Ray Eames, estaban interesados en la investigación de nuevos materiales, nuevas técnicas y nuevas formas. Inspirados en la complejidad de curvas que poseían los guardabarros de los nuevos automóviles producidos en Detroit, el matrimonio Eames dio a luz a su primera forma exitosa: un único caparazón moldeado en fibra de vidrio, que resolvía asiento y respaldo en una forma continua.
Sus colores originales eran crudo, gris piel de elefante, pergamino y verde espuma de mar. Fue así como que su objetivo se centró en el plástico, ya que este material poseía la promesa de ser capaz de hacer más con menos. Se dieron cuenta de que el plástico puede ser moldeado, ajustándose a la forma del cuerpo.
Las sillas de plástico fueron los primeros productos fabricados industrialmente. Los modelos actuales son una reproducción exacta de los originales. Poseen gran cantidad de acabados, nuevos colores y opciones de base limpia, simples al cuerpo. Además, de una mayor capacidad de apilamiento.
Posteriormente, al comprobarse el riesgo ambiental que suponía la producción de fibra de vidrio, se suspendió la producción hasta encontrar un material más adecuado. Un buen diseño no cambia nunca.
El concepto de esta silla plástica, se plasmó originalmente en cuatro modelos que incluían distintas bases: de alambre (DSR), de madera (DSW), tubular de acero (DSX) y tubular apilable (DSS). Estas versiones, motivaron a un mundo de reinterpretaciones y copias y hace que la silla de plástico Eames sea una de las más populares del mundo.
El compromiso de Herman Miller con el medio ambiente es eje central en su fabricación. En 2004, Herman Miller volvió a introducir la silla de plástico, en lugar de la original de poliéster con fibra de vidrio, ahora usan un material más ecológico sostenible para la cáscara de la silla. Este material proporciona una sutil textura mate ofreciendo un tacto suave y una alta durabilidad.
Eames ha creado una respuesta universal a lo que cada uno quiere de una silla: una forma simple, elegante que se adapta a cualquier cuerpo y a cada espacio o lugar. Más que piezas decorativas, son elementos cómodos y duraderos para hogares, oficinas, bibliotecas, museos. Habita en casi en todas partes.
“El papel del diseñador es de un muy buen anfitrión, reflexivo, capaz de anticiparse a las necesidades de sus huéspedes”. Eames
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