Humberto Campana, abogado-escultor forma, junto a su hermano, el arquitecto Fernando Campana, una de las duplas más sobresalientes del diseño actual.
Su visión es exhibir un diseño sostenible basado en el reciclaje de materiales, sus trabajos tenían, sin embargo, un único mercado posible: el de nuevos coleccionistas de arte dispuestos a fascinarse ante las piezas más extravagantes y escultóricas.
La carrera de Fernando y Humberto contó con un padrino de excepción: Massimo Morozzi, director creativo Edra, firma de diseño italiana referente en Europa. Este descubrió a unos desconocidos Campana en 1997, cuando vio una versión de su silla Vermelha, que consiste en 500 metros de cuerda roja anudada en una estructura de acero y aluminio, un ejemplo de la deconstrucción y posterior construcción.
“Construimos de forma casual; nos gusta jugar con el azar, con la deconstrucción. Pero sigue habiendo un pensamiento racional, una idea lógica, detrás de todo ello”, añade Humberto Campana.
La belleza de la silla Favela radica en la elección de materiales naturales que se combinan con aparente simplicidad.
Ilustra una forma desenfadada de hacer una silla, a partir de trozos de madera, sin seguir regla alguna. Su diseño se inspira en la forma en la que se construyen las favelas en Brasil y el sillón es el resultado de una semana de trabajo y una gran habilidad manual que es la esencia final del producto.
“Nuestra obra nace de la manipulación de los materiales. Las piezas empiezan a tomar forma tan pronto como comenzamos a jugar con los materiales; los materiales nos indican hasta qué punto quieren y pueden ser transformados”, explica Humberto Campana.
A finales de los años 90, los hermanos Campana firmaron un importante acuerdo con Edra, y desde entonces muchos han sido los éxitos cosechados. La improvisación de las chozas, la ingeniería de las favelas o la magia del cine les han llevado hasta los catálogos de las más destacadas empresas del mundo: de Vitra a Alessi pasando por Edra.
“Ser creativo significa ser divertido. Aun cuando el mundo esté a oscuras, hay que mirar dentro de uno mismo para ver qué es nuevo para el alma y nuevo para las emociones”, habla Humberto Campana.
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