Eugeni Quitllet diseña la lámpara aplique Light-Air para Kartell.
Una lámpara ilusionista, una luz suspendida que huye de la ley de la gravedad.
Light-Air crea una ilusión que permite verla suspendida en el aire ofreciendo un efecto mágico. Es esencial, moderna y racional.
La pantalla flota dentro del marco transparente y parece materializar lo más intangible: la luz.
Light-Air posee un tejido plisado y está protegida por una caja rectangular de acrílico transparente: dos tapas con una forma cónica en donde se alojan la pantalla y la lámpara LED.
Su estructura es una fuerte declaración gráfica compuesta de un marco rectangular formado por dos partes de policarbonato soldados por láser, juntos encierra una parábola cónica a través del cual se difunden los rayos de luz.
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