La Lámpara Arà (1988), fue diseñada por Philippe Starck para Flos. Lleva el nombre de su hija. Este diseño clásico de Starck se caracteriza por una línea audaz que lo dota de una marcada presencia escultórica. No es la típica lámpara, de hecho su luz directa la hace más adaptable a otro tipo de espacios.
Ideal para una mesa de rincón o como lámpara de escritorio. Su rasgo principal es el proyector inclinado en forma de cuerno, cuya punta curvada se adapta cómodamente a la mano, permite dirigir el haz de luz luminoso hacia arriba o hacia abajo.
Su diseño extravagante hace de Arà un verdadero punto de atracción sobre el escritorio. Está elaborada en metal cromado. El cabezal de la lámpara de sobremesa es basculante y además sirve para encender y apagar la lámpara. Permite una luz orientable directa gracias a su lámpara halógena.
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