François Azambourg es uno los pioneros en el pequeño mundo del diseño. Trabaja en muchos ámbitos, que van desde la industria aeroespacial (NASA) a la industria del lujo (Hermès). Está presente en exposiciones y conferencias de diseño internacional. Ha colaborado activamente con las principales marcas de diseño como Ligne Roset, Cinna, Cappellini, Galerie Kreo o Poltrona Frau. Sus creaciones se pueden ver desde París a La Riviera francesa, en particular, en la Galería Beaubourg y el Palais de Tokio en París.
El sillón Madrague de Azambourg, celebra la combinación perfecta entre cuero y madera. Con un asiento de cuero curtido natural y una base de fresno macizo, el discreto lujo de este sillón queda rematado por elegantes costuras de inspiración masculina.
Madrague propone el uso de materiales revolucionarios. Sus lineas son dictadas por la forma en que el material se adapta (no muy diferente a lo que se hizo en el caso de la butaca Grillage).
Mandrague es simple, pero poético sobre el diseño es una verdadera prueba del genio creativo de François Azambourg. Su trabajo podría caracterizarse como una reflexión sobre la ergonomía, los materiales, la forma del objeto, su tacto ergonómico para el contacto de la mano.
François Azambourg es considerado en la industria como un inventor, antes que un simple diseñador. Es uno de los líderes del movimiento francés contemporáneo de diseño de interiores. Azambourg combina la belleza con las técnicas de la artesanía, un verdadero fanático de las artes aplicadas. ”Los artesanos alcanzan aquella perfección que la industria podría alcanzar si solo funcionara en una forma más sustentable”, añade en una de sus entrevistas.
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